dissabte, 6 d’agost del 2011

¿Quién dijo que correr es de cobardes?

Pués yo mismo. Me explico.
Hasta hace poco, cada vez que un amigo me proponía salir a correr, hacer jogging, footting, running, o cualquier cosa que no fuera andar en bici, le solía contestar: "No quiero, porque correr es de cobardes".

Supongo que el origen de esa frase proviene de cuando era joven y vivía en Bilbao.

Eran mis últimos años en el Instituto y los primeros en la Universidad. A mediados de los años 70. ¡Joder. Qué viejo soy!

Por aquél entonces, Franco agonizaba. De hecho, su muerte me pilló en el primer año en la Facultad de Medicina. Yo tenía 17 años y, con esa edad, uno tiende a creer que es capaz de cambiar el mundo. Pero "Los Grises" (la Policia Armada) se encargaban de convencerte a hostias que lo único que iba a cambiar era tu cara, volviendose amoratada e hinchada...

Pero como uno era un idealista y pelín revolucionario insistía en apuntarse a casi todas las movidas que se liaban.

Así que, cuando los grises entraban en las aulas a toque de silbato, porra en mano y repartiendo hostias a diestro y siniestro, siempre había alguien de nosotros que gritaba: "¡ No corrais, que correr es de cobardes!"

Quedaba muy heroico, pero al final, lo único que conseguías era una patada, un porrazo o una estancia con todos los gastos pagados en Comisaría. Te metían el miedo en el cuerpo y pa casa...

Pero el otro día, harto de no disponer de tiempo para salir en bici, decidí echarme al monte y correr durante una hora.

Y la experiencia no fue tan mal.

Me levante a las 6:00, hice casi 7 km sin parar, sudé la camiseta me duché y a currar.

Lo malo son las agujetas... Me duelen músculos que ya no recordaba que existían...

Será cuestión de acostumbrarse...

Hala. A cascala!

Agur.